No podemos negar que tenemos una gran conexión entre nuestro cerebro y la espiritualidad. A ver, voy a aclarar algo. No puede haber religión sin espiritualidad, PERO SI PUEDE HABER ESPIRITUALIDAD SIN RELIGION. Lo aclaro porque una cosa es adoctrinar la espiritualidad como en el caso de la religión y otra es VIVIR LA ESPIRITUALIDAD DE UNA FORMA CONSCIENTE Y PLENA. Las experiencias espirituales se producen cuando se hiperactivan estructuras cerebrales pertenecientes a lo que se llama sistema límbico o cerebro emocional. Se ha confirmado que las estructuras límbicas, cuando se activan sean por estimulación eléctrica o por estimulación magnética transcraneal, son capaces de producir estas experiencias espirituales.

Sin duda alguna nuestro cerebro produce más de lo que sabemos. En medio de El encontramos la glándula Pineal, encargada de regular los ciclos y asociada al sistema sensorial a parte de otras funciones altamente trascendentales para el desarrollo y evolución como seres humanos. Llamada también el tercer ojo, ya que permite cambiar la perspectiva de la realidad y el concepto personal sobre nosotros mismos.

Entonces, ¿Será la Glándula Pineal el asiento de la consciencia?

La respuesta es SI.

AQUÍ COMIENZA LA NEURO – ESPIRITUALIDAD. Espiritualidad inteligente, consciente y estructurada. La glándula pineal regula el sueño y es activada con la oscuridad, tanto física como espiritual. No te preocupes si estas atravesando un desierto en este momento, siempre habrá algo que te estará protegiendo, solo confía. La Glándula Pineal es el Órgano de nuestro cuerpo que nos conecta con esa parte mística de cada ser humano, activarla y permitir su amplio funcionamiento es tu deber en esta vida.

Las sensaciones de paz, tranquilidad y bienaventuranza se producen porque el cerebro en situaciones de estrés, y qué mayor estrés que estar al borde de la muerte, produce unas sustancias parecidas a la morfina, las llamadas endorfinas, que normalmente se utilizan como analgésicos en ejercicios musculares prolongados y exhaustivos que no podrían realizarse sin ellas por el dolor muscular que producen esos ejercicios. De ahí el fenómeno de que los corredores de maratón y otros atletas de alto rendimiento queden enganchados a esos ejercicios por el placer que producen.

A la vista de estos hechos, lo que llamamos espiritualidad son experiencias en las que determinadas estructuras de nuestro cerebro se encuentran muy activas. En algunos casos a estas experiencias se las ha llamado estados alterados de consciencia que permiten el contacto directo con la espiritualidad.

Tú tienes el control sobre ti mismo. Quien es dueño de sí mismo, no necesita doctrinas que manipulen un sistema de creencias que solo castran la identidad.

Medita, practica la soledad y crece en medio de las pruebas, esto pulirá tu Ser interior y fabricaras una espiritualidad basada en experiencias de vida enriquecedoras para tu vida.

Algunas técnicas para desarrollar una espiritualidad inteligente son:

  1. Medita diariamente: De 5 a 10 minutos diarios. Con cinco minutos demeditación, es posible adquirir la habilidad de observar la propia dinámica mental, lo que nos permite tomar decisiones con calma y acierto. Las preocupaciones se difuminan y la persona se va encontrando cada vez más cómoda en la propia piel.
  2. Obsérvate: has la pausa. Pausa para hablar y emitir algún concepto y pausa para tener pensamientos. Cuídate de tu Ego. Este es traicionero. Así que obsérvate y corrígete a ti mismo cuando sea necesario. Corregirte es crecer.
  3. Cuida tus palabras: Las palabras tienen energía! Así que administra tu energía. Administrar tu energía es administrar tus palabras. Emite siempre conceptos positivos sobre ti mismo.
  4. Cuida los deseos de tu corazón: ellos son su alimento o su toxina. Alimento cuando lo nutres con deseos de bienestar y pureza. Toxinas cuando lo alimentas de emociones negativas y resentimientos inapropiados. “cuida tu corazón, porque de Él emana la Vida”
  5. Agradece diariamente: la gratitud es un poderoso imán para la prosperidad. Quien observa más su abundancia que su carencia, tiende a hacerse más. Mis pensamientos crean mi realidad.
  6. Educa tu cerebro: un cerebro bien estructurado manifiesta bienestar exterior, así que a disciplinarlo. Educa tu mente, educa tu SER, edúcate tu mismo.

Coach,
Karo Giraldo